El sector del transporte y la logística enfrenta un 2025 lleno de retos y oportunidades. Tanto el transporte terrestre como el marítimo se encuentran en una etapa de transformación clave para adaptarse a los cambios en la economía global, la transición energética y las nuevas demandas del comercio internacional. Aquí, un análisis de los cinco factores principales que marcarán el rumbo del sector este año:
1. La moderación de los costos del transporte de cargas
En 2024, los costos del transporte de cargas aumentaron un 85%, una desaceleración significativa en comparación con el 248% de 2023. Este alivio en los costos podría ser un factor clave para mejorar la competitividad de las empresas, especialmente en el transporte terrestre, que sigue siendo el método predominante para el movimiento de bienes en el país.
Posibles dificultades: A pesar de la desaceleración, los precios del combustible, el mantenimiento de flotas y la infraestructura vial siguen siendo fuentes de incertidumbre. Además, la recesión económica podría limitar la inversión en nuevas tecnologías y en la modernización de equipos.
2. La Hidrovía Paraná-Paraguay como eje de competitividad
La Hidrovía Paraná-Paraguay continuará siendo un pilar estratégico para el transporte marítimo y fluvial de bienes clave como combustibles, granos y productos manufacturados. La modernización de la infraestructura portuaria y la nueva gestión a través de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPYN) serán esenciales para optimizar costos y tiempos de transporte.
Posibles dificultades: Problemas de financiamiento, demoras en las licitaciones para dragado y conflictos entre países vecinos podrían limitar la capacidad de aprovechar todo el potencial de esta vía fluvial.
3. Transición hacia una logística más sostenible
La presión global por reducir emisiones está impulsando cambios importantes en el sector logístico. La adopción de vehículos eléctricos y la implementación de soluciones de transporte intermodal son tendencias que se consolidarán en 2025. Además, las empresas logísticas buscan integrar tecnologías avanzadas, como el IoT y el Big Data, para optimizar rutas y reducir el consumo de energía.
Posibles dificultades: La falta de infraestructura para vehículos eléctricos y los altos costos iniciales de las tecnologías sostenibles podrían retrasar su implementación masiva. Además, la falta de incentivos gubernamentales podría desincentivar la transición.
4. Expansión de la capacidad portuaria y el comercio marítimo
El comercio marítimo sigue siendo la columna vertebral del comercio internacional de Argentina. La modernización de los puertos y la mejora de la logística marítima serán esenciales para incrementar las exportaciones, especialmente de productos energéticos como el gas natural licuado (GNL) y minerales como el litio.
Posibles dificultades: Las restricciones ambientales en mercados clave, como Europa, podrían limitar las exportaciones de productos energéticos. Además, conflictos comerciales o la falta de acuerdos bilaterales podrían reducir las oportunidades de expansión.
5. El crecimiento del comercio electrónico y su impacto logístico
El auge del comercio electrónico está transformando la logística de última milla. En 2025, se espera que las empresas adopten tecnologías de automatización y almacenes inteligentes para responder a la creciente demanda. Además, el uso de drones y vehículos autónomos podría comenzar a ganar terreno en algunas regiones.
Posibles dificultades: Las regulaciones sobre el uso de drones y vehículos autónomos podrían retrasar su adopción. Además, la infraestructura logística en zonas rurales sigue siendo un desafío para el alcance del comercio electrónico.