2025 promete ser un año clave para el desarrollo del sector energético en Argentina. Desde el impulso en la producción de hidrocarburos hasta el avance en energías renovables y el litio, analizamos los principales factores que moldearán este año:
1. Vaca Muerta: hacia un nuevo récord de producción
La actividad en Vaca Muerta sigue marcando el pulso del sector energético. En 2024 se completaron 17.796 etapas de fractura, un 20% más que el año anterior, con YPF liderando las operaciones. Para 2025, se proyecta un incremento del 37%, alcanzando las 24.000 fracturas y acercándose al objetivo de 1 millón de barriles diarios para 2030. Este crecimiento será clave no solo para el abastecimiento interno, sino también para consolidar el rol de Argentina como exportador de energía.
2. El transporte de cargas y su impacto en la logística energética
Los costos del transporte de carga aumentaron un 85% en 2024, marcando una moderación frente al 248% del año anterior. Esta tendencia es crucial para la logística en el sector energético, dado que el transporte es un componente clave en la distribución de combustibles y materiales para las operaciones en zonas remotas. La estabilidad en este ámbito podría traducirse en una mayor competitividad para las empresas del sector.
3. Producción de energía eléctrica y diversificación de fuentes
El panorama eléctrico se centra en la diversificación de la matriz energética. Se espera un incremento en la generación de energías renovables, particularmente en parques solares y eólicos. Además, el desarrollo de la energía nuclear sigue siendo un pilar estratégico, con avances en proyectos como la central Atucha III, que buscan consolidar la producción de energía atómica como una fuente confiable y sostenible. Estas iniciativas serán fundamentales para responder a la creciente demanda eléctrica y cumplir con compromisos ambientales.
4. El litio: una oportunidad estratégica
Argentina continúa posicionándose como uno de los principales productores de litio a nivel global. Con reservas significativas en el triángulo del litio compartido con Bolivia y Chile, se espera que en 2025 nuevos proyectos entren en operación, aumentando la capacidad de producción. Este mineral, esencial para las baterías de vehículos eléctricos y dispositivos tecnológicos, representa una oportunidad única para diversificar la economía y fortalecer las exportaciones.
5. Hidrovía Paraná-Paraguay: eficiencia y competitividad
Con la creación de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPYN), el manejo de la Hidrovía Paraná-Paraguay entra en una nueva etapa. Este corredor es vital para el transporte de combustibles, productos agrícolas y otros insumos energéticos. La modernización de su infraestructura y el inicio de nuevas licitaciones para dragado son pasos esenciales para aumentar la competitividad y reducir costos logísticos.